¡Al fin habéis conocido a vuestro bebé! ¡Enhorabuena! La espera y el trabajo de parto han merecido la pena. Ahora que vuestro hijo ha nacido, todas las preocupaciones y atenciones recaerán principalmente sobre él, en cambio, no debemos dejar a un lado a la mamá. Traer al mundo una vida no es fácil. La madre requiere una serie de cuidados que empiezan en el mismo paritorio. A continuación os contamos los cuidados inmediatos postparto que se realizarán en el mismo hospital.
Cuidados inmediatos postparto en la misma sala de paritorio:
Estos cuidados serán llevados a cabo por el ginecólogo principalmente, aunque alguno puede ser asistido por la matrona. La mayoría de estas atenciones se realizarán mientras se lleva a cabo la primera de ellas: el contacto entre madre e hijo.
- Contacto piel con piel de la mamá con el bebé. Se trata de que la mayor superficie de la piel del bebé esté en contacto con el pecho y el abdomen materno, sin sábanas ni toallas por medio, inmediatamente después de nacer, aún con el cordón umbilical sin cortar (se hará estando sobre la mamá). Eso sí, para que el recién nacido no pierda calor, le colocarán un gorrito y una mantita por encima. Esto ayuda a calmar al bebé, así como a la termorregulación del mismo, la lactancia materna (si se quiere dar) o la reducción del dolor materno. Es más, el contacto entre bebé y cuidador es tan positivo que la OMS lo recomienda incluso en bebés prematuros. Así, salvo que el recién nacido requiera de atención médica inmediata, este «piel con piel» se hará. Si fuese la madre la que necesite cuidados médicos urgentes pero el bebé está sano, podría hacer el contacto inmediato de piel con piel con el acompañante.
- Comprobar un alumbramiento exitoso. Es decir, confirmar que la placenta ha sido expulsada completamente, pues que quede parte dentro supone un gran peligro para la parturienta.
- Sutura de puntos (si han sido necesarios). Aunque todas soñamos con un parto natural que no requiera ni un punto, cuando comienzas con contracciones nunca tienes la certeza de saber cómo acabará. Hay distintos tipos de parto, como las cesáreas o los instrumentalizados con episiotomía. Si ha sido necesaria alguna de estas intervenciones, coser la herida adecuadamente es crucial, así como la higiene que deberá mantener la madre en esos puntos.
- Limpieza de genitales/puntos. No vamos a engañarte, dar vida no es un proceso limpio. Si tienes tiempo y no te mareas, puedes observar cómo ha quedado la zona del paritorio en la que has sido atendida. Una vez que has hecho el alumbramiento y te han suturado puntos (en caso de ser necesarios), la matrona te limpiará con agua tus genitales o las heridas. Tras esto, te secarán muy bien y a pequeños toques (jamás arrastrando) los puntos, y te explicarán que es así cómo debes hacerlo hasta que terminen de cicatrizar.
Cuidados postparto en la sala de observación:
Una vez terminados los cuidados inmediatos postparto anteriormente descritos, te pasarán a una sala de observación, fuera ya del paritorio. Allí, permanecerás, entre 2 y 4 horas, en la cama con tu bebé y acompañante en la misma sala. Salvo que haya alguna complicación, lo habitual es que la matrona vaya a visitarte un par de veces el tiempo que estés en observación, antes de que te trasladen al ala de maternidad. Los cuidados que te hará la matrona son:
- Control del pulso, presión arterial y temperatura de madre e hijo. Con un tensiómetro te mirarán la tensión arterial, vigilando que esté en niveles normales. También, con un termómetro comprobarán si tú o tu bebé tenéis fiebre.
- Comprobar la retracción uterina. Es decir, observar si el útero está volviendo a su posición original. La matrona te tocará el vientre y apretará también para ver el tipo de loquios (sangrado postparto) que estás expulsando. Tras esto, la matrona realizará un nuevo limpiado de tus genitales/puntos.
- Si apuestas por la lactancia materna, comprobar el correcto agarre del bebé. La matrona observará cómo amamantas a tu hijo. El bebé debe introducir en su boca el pezón y gran parte de la aureola, especialmente la mitad inferior de la misma. Si sólo te chupa el pezón, posiblemente no obtenga el calostro o leche suficiente y te haga heridas. Una lactancia materna exitosa depende en gran medida de un buen agarre, así el bebé podrá alimentarse sin dificultad y la madre no sufrirá haciéndolo. Por ello, si la matrona lo estima oportuno, te explicará las posiciones y mejor modo de colocarte tú y tu hijo para la lactancia.
- Vigilancia de la micción materna. Es muy importante comprobar que la madre puede ir al baño adecuadamente. La matrona te comentará este hecho, pues hay casos en los que llegará a ser necesaria una cateterización vesical.
- Movimientos de la puérpera. Pese al agotamiento materno, es importante que te levantes en las 12 primeras horas, si ha sido un parto vaginal, y a las 24, si se ha tratado de una cesárea. Así evitas problemas urinarios y digestivos. ¡Recuerda que no estás enferma! Eso sí, si has optado por algún analgésico durante tu trabajo de parto, pregunta cuántas horas deben pasar antes de levantarte si es que a la matrona se le ha olvidado decírtelo (normalmente cuando dejes de notar entumecimiento en las piernas, sobre unas 6 horas).
- Calmar el dolor si fuese necesario. Mientras estás ingresada en el hospital es posible que sientas unas contracciones que ayudan a tu útero a volver a su lugar. Son los entuertos. Hay madres que casi no los hemos percibido; otras, en cambio, los notan con fuerza. Si sientes dolor, díselo a la matrona.
Para más información, puedes leer este resumido estudio sobre los aspectos clínicos del puerperio.