La lactancia artificial consiste en usar la leche de fórmula, o en polvo, para cubrir las necesidades nutricionales del bebé en sustitución a la leche materna. Aunque la OMS recomienda la lactancia materna, al menos, durante los seis primeros meses de vida del bebé, somos conscientes que ésta no siempre es posible ni sencilla. Hay ocasiones en las que las madres no generan la cantidad de leche que demanda el bebé, o se les retira antes de los seis primeros meses (por estrés o anemia, generalmente); o, simplemente, se les complica y acaban dejándolo. Para todas estas situaciones, la leche de fórmula viene a solucionar el problema, aportando una alimentación adecuada y de calidad para los más peques.
La leche de fórmula proviene, generalmente, de la leche de vaca, aunque con una serie de modificaciones que tratan de asemejarla lo más posible a la leche materna. También, aunque menos frecuente, son las leches de fórmula obtenidas de leche de cabra.
En la lactancia artificial, la leche tiene todos los nutrientes que tu hijo necesita para su correcto desarrollo, tanto motriz como cognitivo. Si tienes que recurrir a ella, ¡no te preocupes! Siempre que sigas las indicaciones de tu pediatra, así como las cantidades y número de tomas que debes darle al día, tu bebé estará bien alimentado.
Como siempre decimos, y más cuando se trata del correcto cuidado de los más pequeños de la casa, debes acudir a las revisiones de su pediatra y consultar cualquier duda con él. El tipo de lactancia o los cambios en la misma también deben ser tratados por el pediatra, que te dirá cómo introducirla, las cantidades o las marcas de leche de fórmula que considera más equilibradas y saludables para tu hijo.
Tipos de leche de fórmula en la lactancia artificial
Aunque en el mercado existe una amplia gama de leches en polvo, debes de elegir la que más se adecue a las necesidades de tu hijo. Así, cuando lo consultes con su pediatra, éste tendrá en cuenta la edad del pequeño para recomendarte la leche más completa y que mejor se adapte a él.
De este modo, las distintas marcas de leche de fórmula suelen venir con unas recomendaciones de edad determinadas: las de inicio, para los seis primeros meses; de continuación, entre los seis meses y el año (aunque muchas veces el pediatra te puede recomendar continuarlas hasta los dos años del bebé por ser más equilibrada); las de crecimiento, del año a los tres años.
Además, si tu hijo es prematuro, tiene algún problema digestivo o alergia puede ser que le recete una leche de fórmula más especializada en ese tipo de problemas. Existen leches pensadas para niños prematuros; que sufren cólicos y estreñimientos o regurgitación. También las hay sin lactosa, para los alérgicos a la misma, con base de soja o de arroz. Eso sí, nunca des este tipo de leches especializadas a tu bebé si no lo necesita realmente y el pediatra no te lo ha indicado. Recuerda que no se trata de leches de más calidad, sino que son leches pensadas en solventar unos problemas existentes en algunos niños.
Cantidad de leche de fórmula y número de tomas diarias
La cantidad de leche que tome el bebé, así como la frecuencia con la que haga sus tomas variará a medida que vaya creciendo. Por tanto, en el primer mes demandará pequeñas cantidades a menudo, mientras que, según vaya creciendo, será capaz de digerir mayores cantidades, alargando el tiempo entre tomas.
Para hacernos una idea, podemos ver en esta tabla la cantidad y frecuencia habitual en base a la edad del bebé. Debes tener en cuenta que, si hemos optado por una lactancia artificial, a los cuatro meses de nuestro bebé comenzaremos a introducir el cereal, por lo que es normal que vayan desapareciendo algunas tomas. En caso de una lactancia materna exclusiva, la introducción de alimentos sucederá a los seis meses, aunque en este caso, la cantidad y frecuencia de la leche no precisará de medición, pues va a demanda.
Edad del bebé | Cantidad por toma (en ml) | Número de tomas diario |
Recién nacido | 60 ml | Cada 3o 4 horas |
Un mes | 120-150 ml | Cada 4 horas |
Dos meses | 150-180 ml | 5 o 6 veces al día |
Cuatro meses | 210-240 ml | 5 veces al día |
Seis meses | 240 ml | 4 o 5 veces al día |
Un año | 240 ml | 2 veces al día |
En cuanto a la proporción de agua y leche en polvo que debemos preparar en cada biberón, ésta viene perfectamente explicada en el envase de la leche de fórmula que hayamos comprado. Sólo tienes que seguir las instrucciones y usar el cacillo que venga con el envase.
Algunas recomendaciones para la lactancia artificial
- Todo lo que concierne a los bebés debe estar limpio, empezando por nuestras manos. Recuerda lavarlas bien antes de manipular los alimentos del bebé o al propio bebé. Sabes que tiene pocas defensas aún, y no queremos ser portadores de enfermedades para nuestro niño.
- Esteriliza o hierve el biberón del bebé antes de usarlo por primera vez. Luego, asegúrate de que queda bien limpio tras cada uso, lavándolo con abundante agua tibia y confirmando que no hay restos de leche en el mismo.
- En las mezclas para el biberón, emplea agua embotellada o, en su defecto agua de grifo que haya sido hervida previamente.
- Nunca calientes la leche en el microondas, mejor al «baño maría».
- Asegúrate que está a una buena temperatura para el bebé (realmente no es necesario que tomen la leche caliente, pueden hacerlo a temperatura ambiente, aunque cada bebé muestra sus propias preferencias).
- No reutilices la leche de fórmula que haya dejado en una toma anterior, pues podría haberse descompuesto.
- Usa la tetina con la apertura adecuada a la edad de tu hijo, así evitarás atragantamientos. Además, quédate con él mientras toma su biberón, aunque sepa cogerlo él solito, aún es muy pequeño y la leche podría irse por mal camino y necesitar tu ayuda.