Placenta previa

Hace poco te has hecho la ecografía de las 20 semanas, habéis acudido muy ilusionados pero has salido asustada porque te han dicho que tienes placenta previa. Te han explicado que si sigue así, tendrán que hacerte cesárea y que es posible que se produzca algún sangrado durante tu embarazo. Antes que nada, tranquilos.

La placenta previa sucede cuando la placenta se ha implantado muy cerca o encima del orificio cervical interno. Es decir, cuando la placenta está tapando ese orificio que divide el útero del cuello o cérvix uterino. Debe ser vigilada, pues puede tener complicaciones. Cuando tu placenta está a 2 cm de este orificio, aunque no lo cubra, se denomina placenta baja, y también tendrá un seguimiento mayor.

Esquema con localización normal de la placenta (izquierda) y con placenta previa (derecha).

Muchas veces, la localización de la placenta es algo fortuito, y puede solventarse sola. Sin embargo, existen algunos factores que aumentan la probabilidad de padecerla. Estos factores de riesgo son una edad superior a los 35 años en la madre, embarazo múltiple, anomalías uterinas, cesáreas previas o cirugías uterinas, el tabaquismo y consumo de drogas.

Entre las complicaciones resultantes de una placenta previa se encuentra el sangrado rojo brillante, abundante e indoloro tras las 20 semanas de gestación, bebé prematuro o, en el peor de los casos, una placenta accreta o fuertemente adherida. Pese a que existen estos riesgos, la placenta previa que se ha detectado pronto suele solucionarse por sí misma pasadas las 28 semanas de gestación, a medida que el útero crece. Sólo un 0´4% de los partos tienen este problema, debiendo realizarse una cesárea. Para más información, puedes consultarlo aquí.

Placenta previa que no se ha corregido sola

Ante esta situación, los especialistas te explicarán cuándo acudir a urgencias o qué debes hacer. Así, si tienes sangrado antes de las 36 semanas, ve al hospital inmediatamente, allí revisarán que todo esté bien y posiblemente te dejen ingresada y en reposo hasta que acabe el sangrado y consideren tu alta. Si se diera otro sangrado, es muy probable que te quedes ingresada hasta el momento de parto. El equipo médico estará pendiente de la madre y el feto todo el tiempo.

Si consideran que el bebé puede nacer antes de las 34 semanas, pueden recetar unos corticoides que ayuden a la maduración fetal. Igualmente, el nacimiento será por cesárea en los casos de placenta previa y en la mayoría de los casos en los que la placenta esté muy baja.

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