Una vez que sabéis que esperáis un bebé, los controles a la madre se vuelven fundamentales, pues cualquier enfermedad o infección que coja la madre puede tener consecuencias muy graves en el bebé si no se trata a tiempo. Por eso, las analíticas a la embarazada de sangre y orina se repetirán en cada trimestre, amén de alguna otra prueba específica como la de la glucosa o el estreptococos.

Analíticas a la embarazada entre las semanas 10-11 de gestación:
Estás en tus primeras semanas de embarazo, quizás ya has sentido algunas náuseas, y debes acudir a tu centro médico a realizarte las pruebas que te ha mandado la matrona. Entregas la muestra de orina que te han pedido y recoges los viales que necesitará la enfermera. Entonces pasan por tu mente estos pensamientos: ¿por qué me han dado tantos? Van a dejarme seca.
Pues bien, esta primera analítica es de las más completas. Respira tranquila, en las siguientes analíticas te darán menos viales de sangre. Van a ver tu grupo sanguíneo y Rh; hemograma; serología; test de Coombs indirecto y Triple screening. ¿Para qué son tantas cosas? ¿Realmente es importante analizar todo esto? Si yo ya sé cuál es mi grupo sanguíneo, ¿para qué lo quieren otra vez?
El grupo sanguíneo y Rh de la madre es importante conocerlo como medida preventiva por si necesitaras una transfusión o para estudiar posibles incompatibilidades que puedas desarrollar con tu bebé. Si tu Rh es negativo y el padre es positivo, tu hijo puede nacer con el Rh positivo. Si esto pasara, se generaría en el cuerpo de la madre unas defensas contra ese Rh que podrían desarrollar un rechazo en un segundo embarazo de un bebé con Rh positivo. Pero no te preocupes, si es tu caso la matrona lo tendrá en cuenta y se te administrará la conocida anti D para evitar generar estos anticuerpos.
El hemograma comprobará tus niveles de leucocitos, plaquetas y hemoglobina.
En la serología se analizan anticuerpos a enfermedades como la rubeola, sífilis, hepatitis B y C, VIH y toxoplasmosis.
Según el lugar, pueden decirte que la prueba de la toxoplasmosis no es necesaria, y pedirte que cumplas la dieta alimentaria que te han mandado (evitando charcuterías). Si tratas con animales, jardinería o has tenido gatos en algún momento de tu vida, ¡insiste para que te la hagan! Esta enfermedad en la madre no tiene importancia y puede pasar desapercibida, pero conlleva graves riesgos para el feto.
El Test de Coombs indirecto sirve para detectar posibles anticuerpos que la madre tenga y puedan pasar la placenta, atacando al feto. Tradicionalmente se hacía solo a las madres con Rh negativo, pero hoy se suele pedir para todas las embarazadas.
En la analítica de orina se revisan la glucosuria, proteinuria, leucocituria y nitritos y se comprueba si hubiese presencia de sangre en la orina, hematuria.
El Triple screening es un cribado que se hace en el primer trimestre combinando la medición de dos marcadores bioquímicos y la translucencia nucal que se analiza en la ecografía de las 12 semanas. Este análisis sirve para analizar las probabilidades de que el bebé nazca con síndrome de Down o de Edwards.
Analíticas entre las semanas 14-18 de gestación:
En el segundo trimestre harán nuevas analíticas a la embarazada con el objetivo de valorar que el desarrollo fetal es el adecuado. Algunas pruebas se repetirán, como el hemograma, y otras son nuevas, como el famoso Test de O´Sullivan, que harán que tu estancia en el centro de salud se alargue una hora. ¡Llévate un libro o algo para entretenerte mientras!
En el hemograma se vuelven a analizar los leucocitos, plaquetas y hemoglobina.
La prueba de la glucosa o test de O´Sullivan es un cribado para controlar la diabetes gestacional. Te darán a beber una sobrecarga oral con 50 g de glucosa y a la hora te volverán a sacar sangre para analizar cómo ha reaccionado tu cuerpo a esta subida de glucosa. Si el resultado no es el esperado, te pedirán realizar la conocida “curva larga” en el hospital de día.
La analítica de orina volverá a comprobar la glucosuria, proteinuria, bacteriuria, leucocituria y hematuria.
El Triple screening evalúa si la cantidad de tres hormonas en sangre es adecuada al tiempo de gestación, pudiendo actuar ante indicios de malformación y calculando el porcentaje de riesgo de un bebé con espina bífida o síndrome de Down. Si los resultados son dudosos, pueden pedir la realización de una amniocentesis.
Analíticas a la embarazada entre las semanas 35-37 de gestación:
Al fin estás entrando en la ansiada recta final del embarazo y nuevamente tienes que ir a hacerte unas analíticas. Como ya te has acostumbrado, te harán hemograma y prueba de orina, y, en esta ocasión, también tendrás una nueva prueba, la de los estreptococos del grupo B.
En el hemograma volverán a contar los leucocitos, plaquetas y hemoglobina.
Así mismo, en la analítica de orina verán la glucosuria, proteinuria, bacteriuria, leucocituria y hematuria.
La prueba para los estreptococos es para comprobar la existencia de los mismos en la vagina y recto de la madre. La intención es tratar de evitar el posible contagio al bebé en el momento del alumbramiento. Si sale positivo, tranquila, el ginecólogo tomará las medidas oportunas en el parto. Recuerda, sólo entre un 1 y 2 por ciento desarrollan infecciones graves por ello.