Estás en la recta final de tu embarazo y sólo deseas que llegue el momento del parto para poder abrazar a tu bebé. Pero cuanto más se aproxima la fecha, más escuchas a otras madres hablar sobre los fuertes dolores que padecieron en sus partos, así como otros mitos. Te planteas el uso de la epidural y otros analgésicos, pero quieres estar informada. No os preocupéis, os contamos todo lo que debes saber sobre ellos.
Uso de la epidural y otros analgésicos durante el trabajo de parto
Los analgésicos son aquellos medicamentos cuyo fin es aliviar el dolor. Todos sabemos que dar a luz es un momento especial y natural, pero también sabemos que va acompañado de dolores y cierto riesgo. Gracias a los avances en medicina, hoy día las futuras mamis no tienen porqué sufrir en los trabajos de parto.
Lo ideal durante el trabajo de parto y el mismo parto es el empleo de analgésicos que diluyan el dolor sin tener grandes efectos secundarios. Por tanto, los profesionales que os acompañen durante este proceso analizarán qué tipo de analgésico utilizar, en qué cantidad y momento, ayudando a las madres en el trance pero sin interferir en el mismo y, por supuesto, sin arriesgar a madre e hijo.

Tipos de analgésicos en el parto
- Anestesia epidural. Tal vez sea el analgésico más popular entre las embarazadas. Se trata de una anestesia que se inyecta por medio de catéteres en la zona lumbar. Su administración suele hacerse en la sala de dilatación. Antes de colocar los catéteres epidurales te adormecerán la zona. Es muy importante que no te muevas cuando te la van a administrar, para que el anestesista pueda pinchar en el lugar adecuado. Con la epidural notarás un gran alivio en la parte inferior del cuerpo, ¡incluso hay mamás que aprovechan para dormir un poco mientras dilatan! La epidural no retrasa mucho la dilatación y puedes estar alerta mientras estás con el trabajo de parto. Es también bastante común que se te adormezca alguna pierna, por lo que no puedas hacer todos los movimientos con ella, no pasa nada. Igualmente, cualquier cosa que notes y te parezca extraña, comunícala a los sanitarios que te acompañan.
- Anestesia combinada epidural-espinal. Frecuente en las cesáreas. Se inyecta también en la zona lumbar, en el líquido que rodea la médula espinal. Con este analgésico desaparece el dolor en la zona baja del cuerpo, aunque su efecto dura menos tiempo que la epidural.
- Anestesia local inyectable. Se suele emplear casi en el momento del parto si no se ha suministrado otro analgésico antes. Se inyecta en la pared vaginal y adormece esta zona. Es muy útil cuando hay que realizar una episiotomía o coser un desgarro vaginal.
- Anestesia inhalada. El uso del óxido nitroso es medianamente frecuente en otros países. Parece que consigue aliviar el dolor sin ser perjudicial para madre e hijo.
- Opioides. Sirven especialmente para que te relajes, pero no harán que los dolores desaparezcan, además pueden provocar vómitos en la madre y cierta sedación en el feto, por lo que se cuestiona su uso en los trabajos de parto.
Si deseas una información más detallada sobre los tipos de analgésicos empleados, sus efectos y contraindicaciones y el modo de aplicarlos, te recomendamos que leas «Analgesia del parto», en Progresos de Obstetricia y Ginecología, 2008. Vol. 51, N. 6. P. 374-383.